Cuando Instagram fue lanzada en octubre de 2010, sus creadores no imaginaron que diez años después la red social se iba a convertir en la sexta más utilizada a nivel mundial según los datos de DataReportal. Es cierto que de manera inmediata tuvo una gran aceptación y a los dos años ya contaba en su haber con más de 100 millones de usuarios, triplicando esa cifra para fines de 2014.

Pensada originalmente como una aplicación móvil para tomar y compartir fotos inspirada en el formato de cuadrícula de las cámaras Polaroid, su crecimiento exponencial hizo que la compañía de Mark Zuckerberg se quede con ella a cambio de mil millones de dólares. Así, la red social incorporó nuevas posibilidades creativas y también sumó funciones que la convirtieron hace ya tiempo en una de esas plataformas imprescindibles para visibilizar nuestras marcas, emprendimientos y proyectos.

Entendiendo la importancia de incursionar en esta red social, sugiero algunos pasos iniciales para luego ir profundizando en cada uno de ellos. Son tres:

1. Crear un perfil (puede ser personal o empresarial).

2. Elegir una foto de perfil que represente a la marca o el proyecto.

3. Redactar una breve biografía donde describiremos el emprendimiento.

Como en los tiempos donde irrumpió la televisión y las marcas se peleaban por salir en su pantalla, hoy en día la tendencia se repite y pareciera que si no estás en Instagram, no existís. ¿Pero cómo hacemos para empezar desde cero? ¿Cómo debe ser nuestro primer paso?

Adelante. Si sirve de aliento: Instagram es un canal de comunicación directo con usuarios y clientes en el cual solo hace falta tener un smartphone y conexión a internet. Además, se destaca por ser una red social muy intuitiva.

El primer paso consiste en crear un perfil. Para tener un buen perfil, interesante y atractivo para nuestros usuarios debemos tener en cuenta distintos aspectos. Primero hay que escoger un nombre de usuario con el cual daremos a conocer la marca y a partir del cual nos vamos a vincular con los usuarios y clientes. Luego, llega el turno de elegir un nombre de perfil. Este puede coincidir con el nombre de usuario. Aunque también existe la opción de utilizar una palabra o un slogan que lo complemente, agregando información sobre la marca.

Al momento de elegir la foto de perfil que nos representará en Instagram, debemos tener en cuenta que la misma se verá en un formato circular, por lo cual es necesario centrarla correctamente. Si el proyecto o la marca es una persona, será fundamental que se pueda reconocer perfectamente a la misma. En la imagen profesional debe aparecer únicamente la persona, descartando así las fotos donde haya un acompañante, una mascota o se esté posando a los pies de la Torre Eiffel. En cambio, si la marca cuenta con un logo reconocible está será una muy buena opción que simplificará la elección de la foto de perfil.

Para describir el emprendimiento disponemos de 150 caracteres. Es el espacio dedicado a la biografía, en donde le contaremos a quienes miren nuestro perfil de qué se trata nuestra marca. Si es un perfil de empresa, asegúrate de incluir las vías de contacto: dirección, teléfono y un enlace al sitio web o la tienda online.

“Por encima de todo, tienes que crear algo de lo que estés orgulloso”.

Richard Branson

Cambiar la cuenta de perfil personal a perfil de empresa es una opción que nos brindará la posibilidad de acceder a las estadísticas de nuestra actividad en Instagram y comenzar a desarrollar estrategias de marketing publicitario. Esta mutación a perfil empresarial, cabe aclarar, es gratuita y está al alcance de un solo clic.

Entre otras ventajas, el perfil empresarial permitirá incluir vías de contacto, de modo más directo, para que tus seguidores puedan conectarte a través de tu número de teléfono o e-mail.

Además, desarrollar un perfil empresarial permitirá un seguimiento de nuestros clientes, conociendo cómo interactúan, su conectividad y otras informaciones valiosas.

A través de Instagram, en Argentina se puede llegar a 17 millones de usuarios. De esa cifra, el 56% de ellos son mujeres mientras que los hombres son el 44% restante. Se dice que es una red social eminentemente juvenil, pero lo cierto es que podemos encontrar, cada vez más, una composición etaria más repartida:

• Quienes están entre los 25 y 34 años, representan el 30,3%.

• Aquellos que tienen entre 18 y 24 años, representan el 20,6%.

• El 19,7% lo componen usuarios de entre 35 y 44 años.

• El 12,1% de las cuentas, pertenecen a personas entre 45 y 54 años.

• Los usuarios de entre 55 y 64 años, significan el 7,3%.

• Los mayores de 65 años, componen el 5,7%.

• Por último, los usuarios de entre 13 y 17 años representan el 3,7%.

Ahora, ha llegado el turno de salir a buscar a nuestros clientes, a conectarnos con ellos a través de este canal de comunicación que es Instagram. Desde Más Vale Comunicar creemos que es muy importante generar contenido de calidad para que la bienvenida al nuevo canal sea cálida y satisfactoria para nuestros clientes y usuarios.

A la hora de lanzar este canal de comunicación es fundamental publicar, de forma inicial, una serie de posteos donde mostremos lo que tenemos para ofrecerle a nuestro público. Porque de no hacerlo, aquellos que ingresen a nuestro perfil para conocernos pensarán que no vale la pena seguirnos ya que no hay mucho para ver.