Potenciar el engagement es un desafío de todos los profesionales del marketing. La gamificación es un proceso que puede ser de gran utilidad.

Uno de los principales motivos por los cuales los usuarios ingresan a sus redes sociales es la búsqueda de entretenimiento y diversión. A su vez, una de las razones por las cuales el marketing digital se desvela es por la generación de interacción entre las marcas y sus seguidores. Pregúntenle sino a un Social Media Manager. Si estamos de acuerdo en esto, entonces vale la pena echarle un vistazo a la gamificación. Veamos de qué se trata, en qué consiste y cómo nos puede ayudar a aumentar la interacción a partir del juego y los desafíos…

¿Qué es la gamificación?

Se trata de una estrategia de contenidos que busca retratar en las redes sociales, las dinámicas y mecánicas de los juegos. ¿Con qué objetivo? Para mejorar el engagement y fidelizar seguidores. El sitio Uncommunitymanager agrega que “la gamificación nos permite crear juegos en redes sociales que generen interacción y compromiso en una audiencia. Una estrategia de gran valor para las empresas de alimentación, ocio y moda especialmente”.

Además, esta técnica es muy empleada para metodologías educativas. Así nos lo cuenta, Virginia Gaitán, en su nota titulada, “Gamificación: el aprendizaje divertido”: “La Gamificación es una técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional con el fin de conseguir mejores resultados, ya sea para absorber mejor algunos conocimientos, mejorar alguna habilidad, o bien recompensar acciones concretas, entre otros muchos objetivos”.

¿Dónde se aplica la gamificación?

Como hemos visto, la gamificación puede emplearse en una estrategia de redes sociales como también si se quieren realizar procesos de aprendizaje. Pero también podemos ver que esta técnica puede emplearse en los ámbitos empresariales, al interior de organizaciones para mejorar procesos productivos o mejorar las dinámicas grupales de trabajo.

En el ámbito educativo, la gamificación ofrece un abanico de posibilidades que hacen del aprendizaje una experiencia motivante. “Intentamos potenciar al máximo las habilidades de los niños a través de la experimentación y el juego, puesto que mediante la experiencia y la diversión creemos que es más fácil alcanzar aprendizajes más significativos y funcionales”, explica Bernardo Jareño Manclús, docente español que aplica la gamificación en las aulas.

¿Y en las redes sociales?

Las redes sociales son un escenario propicio para que se apliquen estrategias que contemplen la gamificación. Hemos destacado que los objetivos principales son potenciar la interacción y la fidelización de nuestro público objetivo. Pero podemos encontrar otros. El sitio Easypromosapp enlista nuevas metas: “incrementar notoriedad de marca, obtención de leads, dar a conocer productos o servicios, incrementar visitas a una web”.

He aquí entonces la necesidad primordial de pensar la gamificación de forma estratégica. Como debe ocurrir con toda campaña o planificación en redes sociales, diseñar un proyecto de gamificación debe contemplar numerosas variables. Entre ellas: nuestra identidad de marca, la imagen que tiene de nosotros nuestro público, los canales de comunicación que tenemos y, siempre, el objetivo que perseguimos. Nuevamente, Uncommunitymanager nos puede ayudar, agregando nuevos elementos a tener en cuenta. Según el sitio especializado, hay que pensar una mecánica que “cuanto más sencilla sea, mejor”; un incentivo “para lograr una mayor participación”; una redacción de copys donde “los textos han de ser persuasivos” y una medición de resultados “tanto cualitativa como cuantitativa”.

El caso de Citroën

Un buen ejemplo de gamificación en redes sociales es el de la marca automóviles francesa cuando lanzó la campaña: ¿Tienes mucho teatro? en Facebook. En ocasión del Día Mundial del Teatro, que se celebra el 27 de marzo, Citroën lanzó un test de personalidad para todos los conductores y las conductoras. A través de preguntas sobre la personalidad de cada persona a la hora de tomar el volante, se hacía un paralelo con la teatralización.

La dinámica de esta campaña consistía en que los seguidores respondieran preguntas y pudieran adivinar qué tipo de personalidad tenían al volante. No solo eso. También Citroën les ofrecía la posibilidad de conocer cuál era el automóvil de la marca que mejor se ajustaba a cada uno. En definitiva, el juego, entretenido y divertido, vinculaba al usuario con la marca, acercándolo al producto que ofrece Citroën.

Si quieren conocer más sobre esta campaña los invito a visitar esta nota que es muy completa.

Duolingo, rey de reyes

Indudablemente, para ejemplificar la gamificación lo primero que se me viene a la cabeza es Duolingo. Esta aplicación para el aprendizaje de idiomas se basa en generar una experiencia motivante y desafiante a través de juegos, rankings y competencias. Hasta la mascota de Duolingo, el buhó verde, es una clara reminiscencia a los videojuegos. «Es muy difícil estar motivado para aprender un idioma sin ir a clase, esos aspectos de juego permiten mantener la motivación», sintetiza Luis von Ahn, el creador de Duolingo. En ese sentido, esta aplicación ofrece un sinfín de posibilidades que nos permiten aseverar que es un ejemplo perfecto para retratar la potencia de la gamificación.

En resumen

La gamificación es una técnica que nos puede acercar a nuestro público objetivo, ofreciéndole una experiencia novedosa, interactiva y divertida, de conectar con nuestra marca. Para ello, será necesario diseñar campañas estratégicas que contemplen tanto las herramientas con las cuales se cuentan como los objetivos que buscamos.